sábado, 24 de agosto de 2013

25 de Agosto de 2013



DOMINGO 25 DE AGOSTO DE 2013
DOMINGO 21° DURANTE EL AÑO. Verde. Gloria. Credo, Prefacio dominical durante el año.

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías 66, 18–21
Traerán a todos los hermanos de ustedes de entre todas las naciones
18Entonces, yo mismo vendré a reunir a todas las naciones y a todas las lenguas, y ellas vendrán y verán mi gloria. 19Yo les daré una señal, y a algunos de sus sobrevivientes los enviaré a las naciones: a Tarsis, Put, Lud, Mésec, Ros, Tubal y Javán, a las costas lejanas que no han oído hablar de mí ni han visto mi gloria. Y ellos anunciarán mi gloria a las naciones. 20Ellos traerán a todos los hermanos de ustedes, como una ofrenda al Señor, hasta mi Montaña santa de Jerusalén. Los traerán en caballos, carros y literas, a lomo de mulas o en dromedarios -dice el Señor- como los israelitas llevan la ofrenda a la Casa del Señor en un recipiente puro. 21Y también de entre ellos tomaré sacerdotes y levitas, dice el Señor.
Palabra de Dios.
Comentario:
La dispersión relatada en Génesis 11, la torre de Babel, va a cesar. Dios reúne a todas las naciones para que vean su gloria. Lo primero que hace es dar una señal, esa señal es la supervivencia de Israel, lo cual hace que haya un nuevo éxodo de judíos, que estaban en la diáspora, e, incluso de gentiles, que no escucharon hablar de Dios.
Algunos de los sobrevivientes son enviados a anunciar la gloria de Dios. Son los mensajeros y los guías a esa nueva vida en Jerusalén. Los que vuelven son una "ofrenda al Señor", vienen en procesión con "caballos, carros y literas, a lomo de mulas o en dromedarios", esto es así porque los trayectos son largos. Pero vienen en procesión, "como los israelitas llevan la ofrenda a la Casa del Señor", con espíritu de fe y peregrinación.
De estos judíos de la diáspora y paganos, también se tomarán algunos como sacerdotes y levitas. Es una declaración de universalismo. Ya no hay un pueblo elegido, toda la humanidad es elegida para ser el pueblo de Dios.

Salmo Responsorial
Salmo 116 (117), 1–2
R.    Vayan por todo el mundo y anuncien el Evangelio.
1¡Alaben al Señor, todas las naciones, glorifíquenlo, todos los pueblos! R.
2Porque es inquebrantable su amor por nosotros, y su fidelidad permanece para siempre. R.

Comentario:
Este Salmo, sumamente breve, sigue la idea de Isaías. La insistencia del Salmo es alabar a Dios Altísimo, a quien todo el mundo está sometido. El es el rey y el Señor del universo. El señorío de Yahvé se ha manifestado en el mundo de las naciones por la bondad, amor fiel, y la fidelidad constante de Dios para con Israel. Las naciones paganas podrán participar del esplendor de la salvación que ha amanecido ya sobre Israel.
La revelación del Antiguo Testamento no tiene como fin a Israel, sino que este pueblo es el instrumento que su Dios escogió para manifestar su propia gloria a todas las naciones. El pueblo elegido es el testigo de Yahvé en el mundo.

Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos 12, 5-7. 11-13
El Señor corrige al que ama
Hermanos: 5Ustedes se han olvidado de la exhortación que Dios les dirige como a hijos suyos: "Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor, y cuando te reprenda, no te desalientes. 6Porque el Señor corrige al que ama y castiga a todo aquel que recibe por hijo". 7Si ustedes tienen que sufrir es para su corrección; porque Dios los trata como a hijos, y ¿hay algún hijo que no sea corregido por su padre? 11Es verdad que toda corrección, en el momento de recibirla, es motivo de tristeza y no de alegría; pero más tarde, produce frutos de paz y de justicia en los que han sido adiestrados por ella. 12Por eso, que recobren su vigor las manos que desfallecen y las rodillas que flaquean. 13Y ustedes, avancen por un camino llano, para que el rengo no caiga, sino que se sane.
Palabra de Dios.
Comentario:
La carta a los Hebreos nos habla de la corrección como el camino que Dios elige para que seamos mejores. La mirada que tiene sobre Dios es la de un Padre, que corrige y enseña. Los frutos de la misma, paz y justicia, son la garantía de que la corrección ha sido aceptada. Dios no castiga, Dios corrige. No nos abandona a nuestra suerte, nos enseña a valernos por nosotros mismos. Incluso, el camino llano, símbolo de los que van rectos a Dios, es mostrado como el modo natural de ser de aquellos que acompañan a los más débiles. Nada de vericuetos, de largas idas y vueltas, de explicaciones complicadas… Es ser transparentes, de una sola pieza, sin doblez.

Aleluia (Juan 14, 6)
Aleluia. "Yo soy el camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí", dice el Señor. Aleluia.

Evangelio
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 13, 22-30
Vendrán muchos de Orienta y Occidente, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios
22Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén. 23Una persona le preguntó: "Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?". El respondió: 24"Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán. 25En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos". Y él les responderá: "No sé de dónde son ustedes". 26Entonces comenzarán a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas". 27Pero él les dirá: "No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!". 28Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera. 29Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios. 30Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos".
Palabra del Señor.
Comentario:
La pregunta sobre la entrada al Reino que viene, le sirve a Jesús para mostrarnos cuál es el camino.
Sin duda, no lo son las falsas seguridad etiquetadas en la pertenencia o presencia a un grupo o actos solemnes del mismo. No es la pertenencia o la presencia la que hace entrar en la salvación; es el hacer el bien (v. 27) y no el mal. Lo arduo de la vida diaria tratando de ser mejor, no quedarse estancados, sino buscando crecer, hacer más de lo debido como cumplimiento por amor, son las claves que determinan si estamos entrando o no por la puerta estrecha. Jesús pide un esfuerzo deliberado y una entrega tan determinada que se vuelve necesaria una Lucha diaria por elevarse a un nivel espiritual superior. Por eso, no basta haber convivido con Jesús, ni una neutralidad cortés. Hace falta tomar partido por Él y sus enseñanzas.
Que los últimos sean los primeros, es una dura advertencia para no caer en la falsa seguridad o el estancamiento. Pero, por otro lado, es un gran canto de esperanza, porque no es un premio para quien llega primero a la vida cristiana, sino que es la consecuencia lógica de haber amado sirviendo a los demás.
La puerta estrecha se abre para aquellos que participan de la vida de Jesús, con sus mismos gestos y acciones, cuyo símbolo es el banquete de los que vienen de Oriente y Occidente. Estos llegan tarde, pero son los primeros en ser recibidos, mientras los demás, que se creían seguros, están afuera esperando a ver si hay lugar de sobra. 
Resumen:
La Palabra proclamada hoy nos invita a reconocer que Dios es el Señor de todos los pueblos y naciones. Por eso, los que creemos en Él, estamos llamados a mostrar su Gloria ante todos los pueblos, con un énfasis misionero y una predicación incansable. No se trata sólo de ser cristiano, es imperativo obrar como cristiano: con amor inquebrantable y fidelidad permanente. De hacer el bien a todos. Así, y solo así, podremos entrar por la puerta estrecha al gran Banquete de la vida eterna.

 

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